BODAS DE PLATA
Cómo pasa el tiempo, nos preguntamos todos, cuando volvemos nuestra mirada a los años, que hemos vivido, y que representan una marca, en alguna faceta de nuestras vidas. Esa pregunta, me la hice ayer 15 de septiembre , aniversario de seis meses de fallecida mi suegra, lástima grande que no la tenemos en vida con nosotros, pero sabemos que ella se encuentra con nostros en espíritu, retomando la pregunta de los años que han pasado de nuestra boda, me la hice cuando conversando con mi esposa , vemos todo el tiempo transcurrido, y todas las experiencias, que la vida nos ha ofrecido y nos ha permitido vivir. Y digo, de volver a nacer, me gustaría, volverla a vivir, de igual manera. Es decir, el carácter indómito, solo se logra como se logra hacer una espada. De las minas, al herrero, al horno, al fuego, al yunque, al martillo, luego el endosado con dos toros de espada a ambos lados para fortalecer, el brinco de la misma, y esa espada se vuelve misteriosa, por su sonar, su peso, su forma, su temple, su belleza, es así, como vamos con el yunque de la vida, dándole forma y temple a nuestra vida, en los diferentes estadíos, de la misma.
Si , veinticinco años no es nada, y es cierto, nada que cualquiera aguante, porque hay que tener un pellejo bien curtido y con capacidad de no romperse al estiramiento de la vida. Siempre hay cosas de la vida, que no nos la dicen, para que nosotros las descubramos, y midamos la belleza de la vida, si sabemos ponderar las situaciones y con sabiduría identifiquemos el camino mas corto en nuestras metas.
Ahora, que hemos logrado arribar a esta cumbre del matrimonio, uno se encuentra en un altiplano , desde donde podemos ver hacia delante, y tomar oxígeno para otra larga jornada, con una compañía, probada ante las vicisitudes de la vida, y ante las vicisitudes de la carne. Gracias a Dios hemos salido avante y dispuestos a hecharnos otro rollo.
Por Ruben Edgardo Zeceña Mejía, Neveu de Saint-Exupéry.
No hay comentarios:
Publicar un comentario